“Que el mundo diga basta”

Por Nabil Shaath, Miembro Del Equipo Negociador Palestino

El 15 de Noviembre de 1988, el Estado de Palestina fue declarado sobre la frontera de 1967 con Jerusalén Oriental como su capital. Independientemente de que la ocupación israelí se mantenga hasta hoy, recordamos el 15 de Noviembre como el día de la histórica concesión palestina, reconociendo al Estado de Israel sobre el 78% de nuestra patria histórica. De facto los palestinos nos convertimos en la primera parte en alentar la solución de dos Estados tal como es conocida hoy.

Con esa histórica concesión los palestinos creímos que pronto la paz sería posible. La esperanza fue realzada con la firma de la Declaración de Principios de Oslo en 1993, donde la OLP una vez más reconoció al Estado de Israel. Lamentablemente, en vez de involucrarse seriamente en un proceso que lleve a la paz, Israel prefirió la colonización.

Desde que comenzamos el proceso de negociación en Madrid en 1991, la historia se ha repetido. Israel dice querer la paz al tiempo que el número de colonos en nuestra tierra se incrementa . Shimon Peres tuvo 236.000 colonos en 1995. Para 1997 eran 350.000 con Netanyahu; en el 2000 con Ehud Barak, la cifra prácticamente doblaba a la de 1993, mientras con Ariel Sharon y Ehud Olmert llegó al medio millón. Ahora Netanyahu repite la historia. Dice que quiere paz mientras intensifica la colonización en todo el territorio palestino ocupado, particularmente en Jerusalén Oriental.

Construir asentamientos y a la vez querer paz no tiene sentido . ¿Quién invierte billones de dólares a sabiendas de tener que desmantelar la inversión? Si Israel no quiere honrar sus obligaciones congelando las colonias y poniendo fin al salvaje bloqueo contra Gaza, facilitando un retorno a negociaciones que sean creíbles y tengan términos de referencia claros, debemos preguntarnos cómo lograr la paz.

Los palestinos hemos llegado a la conclusión de que debemos explorar otras alternativas para lograr nuestra libertad. La comunidad internacional debe tener la decisión de hacer que el derecho internacional se cumpla. Es tiempo de que el Estado Palestino declarado hace 22 años, sobre las fronteras de 1967, sea reconocido por quienes aún no lo han hecho. Es tiempo para que Palestina ingrese a Naciones Unidas como miembro pleno.

Creemos en la fuerza de Latinoamérica para ayudar a lograr la libertad e independencia que en países hermanos como Argentina conocen hace dos siglos. Si bien el reconocimiento de nuestro Estado no va a terminar inmediatamente con la ocupación israelí, ha de proteger las fronteras del Estado Palestino y enviar un mensaje a Israel de que hoy las fronteras no son definidas por empresas coloniales sino por el derecho internacional.

Hoy, 22 años después de nuestro compromiso histórico, aun esperamos que la comunidad internacional diga basta , que haga responsable a la potencia ocupante por sus violaciones al derecho internacional y que tome medidas para que los derechos palestinos sean respetados.

Esta entrada fue publicada en Análisis y Opinión, Noviembre 2010. Guarda el enlace permanente.

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