El Palestino Abbas pide cesar “la mentalidad de la fuerza y la ocupación” y llama a “dejar de depender de las obsesiones de seguridad u evitar los conflictos religiosos en una región muy sensible en estas cuestiones”

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El presidente de la Autoridad Nacional de Palestina, Mahmud Abbas, toma la palabra en la Asamblea General de Naciones Unidas. “Es un honor para mí dirigirme a ustedes por primera vez tras su decisión histórica del pasado mes de noviembre de aceptarnos como Estado observador”. Enumera todas las sistemáticas violaciones y obstaculizaciones a la paz, a la negación de Palestina y la solución de dos estados comprometida y las ilegítimas acciones que consuma Israel, respecto a territorios, presos políticos, refugiados, estatus de Jerusalén, muro del aparthaid, los diarios ataques a los lugares santos en Jerusalén, la destrucción de la economía, entre otros.

“Ustedes decidieron ponerse en contra de la ocupación”, señala Abbas. “Mi pueblo celebró esta decisión porque vieron que todavía había esperanza para la justicia”. “Su decisión no supuso deslegitimizar al Estado de Israel sino consagrar la legitimidad de otro”.
Abbas señaló que Palestina respeta las resoluciones de la ONU y por ello “asumirá su papel en el ámbito internacional de forma constructiva”, señala el líder palestino al referirse al proceso de paz y agradece expresamente la labor del presidente de EE UU y de John Kerry.
“Palestina dará garantía de éxitos para llegar a un acuerdo de paz en el plazo de nueve meses”, se compromete Abbas. “No vamos a perder de vista el destino. El objetivo de la paz que buscamos está definido y el de las negociaciones es claro”, dice.
“El objetivo de la paz es rescatar al Estado de Palestina y llegar a un acuerdo que lleve a la independencia de Palestina y restituya a Jerusalén oriental como su capital”, señala Abbas, quien recuerda que la solución para los refugiados palestinos también debe ser “justa”.
“No vamos a conformarnos con un tratado provisional”, señala Abbas que recuerda que las “innumerables resoluciones” de la ONU y de otros organismos han establecido los parámetros para la existencia de dos Estados.
Abbas reconoce que el panorama actual es desalentador y que han quedado muy lejos los Acuerdos de Oslo. “No se cumplieron los plazos, no se acató su contenido y se frustró el proceso de paz”.
“La nueva ronda de paz es una buena noticia pero la comunidad internacional no debe tener razones para sentirse tranquila. La comunidad internacional debe implicarse para garantizar los objetivos de la paz”, dice Abbas.

Abbas insta a la comunidad internacional a que “condene a cualquier acción que pueda socavar las negociaciones” y pone como ejemplo la construcción de asentamientos. “Es algo ilegal”, denuncia.
“Es imprescindible que los ataques diarios contra los lugares religiosos contra el Jerusalén ocupados no prosigan, porque de lo contrario, tendrán graves consecuencias”, advierte Abbas.

También el líder palestino aboga porque se abandone “la mentalidad de la fuerza y la ocupación” y hace un llamamiento a “dejar de depender de las obsesiones de seguridad u evitar los conflictos religiosos en una región muy sensible en estas cuestiones”.. “Estoy seguro de que el Gobierno israelí quiere la paz”, señala Abbas.

“Nuestro mensaje se deriva de la idea de que los dos pueblos son aliados en la tarea de conseguir la paz y por eso nosotros instamos a la parte palestina a que trabaje por la cultura de la paz”.

Abbas explica la política exterior de Palestina:

“Hemos optado por la no injerencia en los problemas de nuestros vecinos, pero apoyamos los movimientos pacifistas y hemos condenado el uso de armas químicas en Siria y demandado una solución pacífica al conflicto”.

Abbas denuncia la existencia de “presos palestinos en las cárceles de la ocupación” y la situación de los refugiados palestinos. “¿Hay otro pueblo que merezca más la paz que el palestino?”, se pregunta el dirigente palestino.

Desde el estrado mayor de la ONU, denuncia la construcción de asentamientos y la destrucción de la economía y de las viviendas palestinas por parte de Israel. “Se sigue imponiendo un bloqueo injusto a nuestro pueblo”, denuncia.
Arremete ahora contra los “atentados terroristas a lugares religiosos y propiedades palestinas”. “¿De verdad alguien se pregunta si no es el pueblo palestino el que está más necesitado de seguridad?”.
Aboga por la democracia y las urnas para poder elegir en Palestina a los líderes que puedan luchar contra la represión. “Queremos cultivar la esperanza y algún día seremos un pueblo soberano y libre”, dice el presidente de la ANP.

Abbas pone su propio ejemplo de sufrimiento. “Yo he vivido en el exilio y he sabido que era difícil construir una nueva vida partiendo de cero. En los campamentos de refugiados vimos cuán amarga era la humillación”, recuerda.

Abbas reconoce que aunque su pueblo ha abrazado la lucha armada, siempre ha abogado por la paz. “Los reveses que hemos sufrido no nos han apartado del objetivo de una paz justa”, insiste Abbas.
Finalmente, advierte de cómo esta ronda de diálogo “parece nuestra última oportunidad”. “La hora de la independencia de Palestina ha llegado y la hora para dos pueblos, el israelí y el palestino ya ha llegado”, se despide Abbas entre un aplauso fuerte y duradero.

 

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