La desconocida historia de la educación superior de los alumnos palestinos

Middle East Monitor

 

La negación de un acceso libre de obstáculos a la educación es un de los aspectos desconocidos del sufrimiento de los palestinos que viven en la bloqueada Gaza y en Cisjordania.

Mientras que miles de estudiantes llegan con retraso a las clases o se las pierden completamente a causa de los checkpoints militares de Israel en Cisjordania, los de Gaza no se pueden matricular en estas universidades o viajar a ellas. En algunos casos los alumnos de Gaza han tenido que aplazar sus estudios durante más de 12 años debido a que se les ha prohibido viajar a Cisjordania.

En octubre de 2009 Berlanti Azzam, de 25 años, estuvo retenida durante seis horas en el checkpoint militar Container de Belén antes de que le vendaran los ojos y la “deportaran” a Gaza a través del Paso de Erez. La única razón que dio el oficial israelí responsable es que era originaria de Gaza. Aquello fue un shock inmenso para ella puesto que le quedaban dos meses para graduarse cuando fue deportada.

A Fatima al-Sharif, una estudiante de un máster, le denegaron el permiso para salir de Gaza e ir a su universidad en la ocupada Cisjordania. A pesar de las muchas peticiones que han hecho organizaciones de derechos humanos al Tribunal Supremo israelí, a otros muchos estudiantes de Gaza o bien los han deportado o bien les han negado el permiso para matricularse en universidades de Cisjordania o para acabar los estudios que tenían empezados. Hasta la fecha el Supremo ha ignorado todas estas peticiones.

Los activistas de derechos humanos afirman que no hay ninguna razón válida para que los israelíes prohíban [viajar] a los estudiantes. “Siempre lo justifican con la existencia de la prohibición total de viajar”, afirmó Gisha, el Centro Legal por la Libertad de Movimiento israelí.

Desde 2000 Israel ha impedido a los estudiantes de Gaza ir a estudiar a Cisjordania afirmando que se ajustan a un “perfil de peligrosidad”. En 2007 el gobierno israelí atendió las recomendaciones del Tribunal Supremos de conceder permiso para viajar a algunos estudiantes, pero la concesión de estos permisos ha sido bastante arbitraria.

Con todo, tanto Gisha como el Centro Palestino por los Derechos Humanos, Al Mezan, presentaron una petición conjunta al Tribunal Supremo israelí pidiendo que se preguntara al ejército por la justificación que este daba para prohibir a los estudiantes de Gaza viajar a Cisjordania y estudiar ahí. En esta ocasión el Tribunal Supremo solicitó al Estado que en un plazo de 45 días pusiera al día al tribunal acerca de si iba a revocar su negativa total a permitir que los estudiantes de máster fueran de Gaza a Cisjordania.

“La decisión del tribunal”, afirmó el director general de Al Mezan Issam Younis, “es un paso alentador hacia acabar con el castigo colectivo y arbitrario a los estudiantes de Gaza y permitirles acceder a las universidades palestinas en Cisjordania”.

Activistas de derechos humanos afirman que esta prohibición total de viajar viola tanto las obligaciones de Israel como potencia ocupante según el derecho internacional como los compromisos asumidos por Israel como signatario de los Acuerdos de Oslo de respetar la integridad de Gaza y Cisjordania como una sola unidad territorial.

Aunque el derecho a la educación es un derecho humano básico, las políticas israelíes se lo han denegado a muchos estudiantes palestinos en otro ejemplo más de las violaciones por parte de Israel del derecho y de las convenciones internacionales.

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