Algunas cicatrices nunca sanarán

Farah tiene 3 años de edad. Su pequeño cuerpo fue quemado por el fósforo blanco durante la Operación Plomo Fundido, hace tres años. Farah milagrosamente sobrevivió después del tratamiento médico recibido en Egipto. Por desgracia, su madre no lo hizo. Murió debido a las infecciones de las heridas tres meses después de la masacre. Hoy Farah está al cuidado de su abuela.

Fuente: http://farahfilasteen.tumblr.com

Niños como Farah nos inspiran a seguir luchando por la justicia todos los días. Su lucha es nuestra lucha.

Fuente: Some scars never heal, en http://farahfilasteen.tumblr.com

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