El continuo debate sobre el caso del niño Mohammad Al-Dura desde hace 13 años, refleja la incapacidad del actual gobierno de Israel para llevar a cabo investigaciones serias e imparciales sobre las violaciones de los derechos palestinos.
El 27 de junio, Philippe Karsenty, analista de medios de comunicación francés, fue declarado culpable de difamación por haber acusado a una cadena de televisión francesa de orquestar el metraje del vídeo del asesinato de Mohammad Al-Dura, de 12 años, en Gaza en septiembre del año 2000. Durante los últimos 13 años, el vídeo ha estado en el centro de los sentimientos nacionalistas israelíes, ya sea por los medios de comunicación, la comunidad internacional o cualquier otra cosa que critique las políticas de Israel hacia los palestinos.
Aunque el veredicto puede hacer poco para socavar el excepcionalismo israelí del incidente, al menos en parte, contribuyó a intensificar la continuación del debate sobre el vídeo casi 13 años después, el cual pone en relieve la indiferencia que tienen funcionarios israelíes a la destrucción deliberada de la vida en Gaza.
El mes pasado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, recibió un informe del gobierno israelí que aseveraba que no había pruebas de que las fuerzas israelíes asesinaron al niño, pero también decía con descaro que el niño probablemente escapó ileso. Netanyahu inició la investigación el año pasado, ya que en su opinión, el incidente había sido utilizado en varias ocasiones para difamar la reputación de Israel.
A pesar de que un general israelí reconoció que Al-Dura había sido alcanzado por el fuego israelí, el Ministro para el Desarrollo Internacional, Inteligencia y Asuntos Estratégicos, Yuval Steinitz, proclamó los disparos como, “un libelo de sangre de nuestros días contra el Estado de Israel”. En su intervención durante la publicación del informe, Netanyahu declaró que el asunto de Al-Dura fue un ejemplo de “la actual, campaña mentirosa para deslegitimar a Israel” y que “sólo hay una manera de contrarrestar la mentira, y que es a través de la verdad”. Luego reiteró: “Sólo la verdad puede prevalecer sobre la mentira”. Señor Netanyahu, consideremos los hechos.
Desde el estallido de la segunda Intifada el 2000, las fuerzas israelíes son responsables de la muerte de 1.397 niños en los territorios ocupados, incluyendo 1.031 en Gaza, según las pruebas presentadas por la Defensa de los Niños Internacional Palestina. A finales de 2012, durante la última ofensiva en Gaza, murieron 33 niños. En diciembre de 2008 y enero de 2009, las fuerzas israelíes mataron al menos a 353 niños, entre ellos 26 menores en o cerca de las escuelas.
Fuente: Children in the crosshairs: Lessons from the al-Dura affair / 1 de julio de 2013